Son mis amigos…

Como dice la canción de Amaral “Son mis amigos y en la calle pasábamos las horas…” en mi caso pasábamos las horas en la facultad, en fotocopiadora y en nuestras casas.
Son mis amigos Macarena, Irasema, Dani, Patricia, Lucia y aunque seguro que no se acuerdan de mi las “zamoranas”.

He querido retrasar este momento todo lo posible, porque en parte tenía cierta esperanza de volver, pero eso ya no va a ser así.
Gracias a ellos me han hecho pasar uno de los mejores años de mi vida, han estado conmigo en todos los momentos difíciles y en los buenos también.
No se me olvida ni un solo detalle de todas esas mañanas con ese frío de Salamanca todos juntos camino de la facultad.

Todos con su forma de ser y sus estilos pero si algo les une es que tienen un corazón que no les entra en el pecho.
Esta carta no es de despedida, es de hasta luego, se que tarde o temprano nos iremos todos a estudiar de Séneca como lo hablamos y se que más temprano que tarde nos volveremos a ver en Salamanca, esa ciudad que tanto deseaba pero que por circunstancias de la vida no he podido permanecer en ella.

Hoy he comenzado el curso en Cáceres, y cuando estaba en la facultad buscaba alguna cara conocida, buscaba la cara de Dani con su gran positivismo, buscaba la cara de Macarena con nuestra mirada de complicidad, buscaba la cara de Irasema son su sonrisa, buscaba la cara de Patricia en su mundo pero en el fondo con los pies en el suelo y buscaba la cara de Lucia con esos ojos tan bonitos.

En resumidas, gracias por todo, siempre os tendré en mi corazón y a mis dos extremeñas Maka e Irasema ya sabéis dejar a Extremadura donde se merece jiji.

Os echaré de menos, no os olvidéis de mí que yo no lo hago de vosotros.

Gracias por todo, un fuerte abrazo.

Ángel David.